jueves, 13 de mayo de 2010

ENTREVISTA A EVA REICH - 1º PARTE

RESUMEN DE LA ENTREVISTA
Eva Reich revisa, a través de una entrevista realizada por Freddy Tellez, aspectos teóricos del trabajo de su padre y sus consecuencias para el ecosistema planetario. Aborda también, sus relaciones personales con él, configurando una visión comprensiva y desmitificada de su figura. La entrevista con Eva Reich se realizó en Caracas el 22 de noviembre de 1983, en la sede del Instituto Venezolano de Bioenergética dirigido por el doctor Simón Buvat de Virginia.
Por su propio deseo, la entrevista se efectuó en dos idiomas, el inglés, y en francés, su lengua más querida, aparentemente. Para la transcripción y traducción del inglés recibí la útil colaboración de Simón Buvat. Que mis agradecimientos queden expresados aquí. En la parte francesa coloqué a ratos el signo de interrogación, allí donde la defectuosidad de la grabación o del francés empleado no me permitía una seguridad total.  La entrevista está centrada en Wilhelm Reich, sobre su obra y su personalidad. Sólo una de sus hijas - la única que ha continuado tesoreramente la actividad de su padre -, podía restituir en el transcurso de un diálogo las relaciones problemáticas que conforman la vida y el pensamiento del autor. Ello nos sirve para medir la dimensión real de su obra y para rendir un homenaje a su memoria, 26 años después de su muerte. Wilhelm Reich murió en prisión de un infarto de miocardio, el 3 de noviembre de 1957.
F.T.: ¿A 26 años de la muerte de Reich qué considera Usted actual o inactual en la obra de su padre?
E.R.: Es una buena pregunta. Yo creo que el trabajo más importante de Reich no ha sido escuchado por la humanidad. Me refiero a sus investigaciones sobre el orgón, sus ecuaciones, el motor de orgón, sus planteamientos acerca de la necesidad del cambio de la humanidad, etc., que están basadas sobre la energía libre del espacio, en lugar de la energía mortal, nuclear, etc. Creo que sus últimos trabajos son los más importantes. Esa es mi opinión. Creo que toda esa parte de su obra es aún válida; en realidad toda, cada una de sus partes. Es posible que haya cosas erróneas aquí o allá, pero no encuentro muchas cosas para discrepar. Sólo una: su énfasis de lo negativo. El abrió una puerta hacia un nuevo territorio, pero encontró obstáculos, persecuciones y tuvo que trabajar con todas esas cosas negativas. En no pudo ver los nuevos desarrollos, sin que tuviera que luchar; vio el comienzo de las cosas, pero no sus posibilidades. Un ejemplo de ello lo constituyen los trabajos actuales respecto del nacimiento natural y el parto sin violencia. Sin que esos trabajos modernos sean puestos en relación con su propio nombre, la idea se ha apoderado del mundo, es decir, de que se trata de un proceso natural, de que el parto puede ser placentero y de que lo más importante es el contacto, orgánicamente placentero, para esos dos sistemas energéticos que son madre y bebé. Esa es su idea, y eso es lo que ha ocurrido. Creo que debemos alegrarnos de que ya no existan esos obstáculos. Cuando estuve en Ecuador, en invierno, me preguntaba por qué se ha comenzado a luchar contra el moralismo, la monogamia coercitiva, el patriarcalismo y toda la represión sexual que reina en América latina. ¿Por qué? Pues porque cuando todo ello exista nada puede moverse. ¿Entiende? Creo que fue completamente correcto que Reich comenzara en 1920 a luchar contra todo eso en un país católico, en Austria; que comenzara allí todo ese trabajo.
Yo creo también que Reich pudo haberse equivocado en su opinión de que los OVNI eran hostiles. No tengo evidencia de ello; discrepo de él. Es cierto que aquí o allá se han encontrado vacas muertas, hendiduras, etc. Pero no creo que los OVNI sean destructores o que estén usando un poder negativo. También, pienso que probablemente se equivocó en su esperanza de que el gobierno norteamericano estaba de su lado. Tal vez hubo ciertos indicios de ello, pero creo que en eso se equivocó. Quizás era correcto esperar ese apoyo. Pero no pensó que se le pudiera perseguir en los Estados Unidos. El creía realmente en el principio de la libertad, en la Constitución. Reich no se equivocó en lo esencial, pero se equivocó en la apreciación del tiempo (timing). En U.S.A. se ha ido por un camino distinto, hacia la muerte, hasta que lo dejaron morir.
Le critico igualmente que se haya dedicado más a construir la organización, la estructura material, los edificios y laboratorios de la Fundación Wilhelm Reich en Rangeley, que a profundizar lo que había descubierto. El no elaboró lo suficiente las leyes físicas del orgón. Murió dejando todo ello inconcluso. Me dijo que quería hacerlo en el futuro, pero murió y no lo acabó.
F.T.: Pero el comenzó, en sus últimos años, a elaborar una formulación matemática de sus teorías.
E.R.: Sí, es un material abundante. Yo estaba muy ocupada en salvar la Fundación, el lugar, pude leerlo cuando lo tuve en mis manos. Y esa ha sido una de mis luchas con Mary Higgins. Lo que ha ocurrido es que nunca más tuve acceso a ese material.
F.T.: ¿Hay manuscritos de él que se perdieron en la cárcel?
E.R.: Quizás sí, quizás no. Traté fuertemente de conseguirlos, pero no pude; yo era la responsable legal. Tal vez existen, tal vez no. No sé. Pero creo que no fue lo suficientemente consciente acerca de la diferencia entre el pensamiento tradicional de los físicos y astrónomos y su propio pensamiento. Yo he trabajado intensamente tratando de averiguar por qué no lo pueden aceptar. Veo una gran diferencia entre ambos modos de pensamiento; una discrepancia fundamental que necesita ser clarificada, antes de que ellos acepten las evidencias de la orgonomía.
F.T.: ¿Cuál es la causa del rechazo de Reich por parte de los científicos? ¿Sobre qué se basa? ¿Sobre el problema de la sexualidad?
E.R.: No, no tiene nada que ver con la sexualidad. Es la idea reichiana de que hay otra energía en el universo que se sitúa más allá del espectro-magnético. Eso no existe en la concepción de los físicos. Y de que ella posee leyes distintas, opuestas a la física. Yo le puedo dar ejemplos; actualmente me debato con ello. Si usted me preguntara qué voy a hacer con mi vida de aquí en adelante, le diría que me gustaría trabajar más ese aspecto.
F.T.: David Boadella, en su biografía de Reich, considera que el orgón ha sido descubierto por otros científicos a partir de sus propios puntos de vista, pero que les ha faltado la síntesis globalizante para llegar a la orgonomía.
E.R.: Sí, yo veo eso. Pero insisto en que el problema radica en que él no terminó sus investigaciones; murió antes de terminarlas. Eso no significa que estuviera equivocado. Usted me pregunta en qué estaba equivocado, quizás si hubiera tenido más tiempo, él mismo se hubiera autocorregido como corrigió su entusiasmo por el comunismo. Aunque yo misma he estado muy influenciada por ese período de su vida, porque cuando era niña me forzó a ser política. El grabó en mí la idea de que tener posesiones no era comunista, sino burgués. Yo he vivido de acuerdo con esos principios con los cuales él me educó en esa época. Pero más tarde cambió de ideas. Es decir, yo creo que él era capaz de autocorregirse a sí mismo.
F.T.: Pero ¿no se podría decir que él cambió exageradamente de posición? Por ejemplo cuando acusó al comunismo de haberlo perseguido.
E.R.: ¡Pero es verdad! Decía la verdad al respecto. Eso es lo que se llama stalinismo, el fascismo rojo. En Rusia no se permite pensar por sí mismo; es un crimen ser disidente. En otras palabras, estaba en lo justo, pues el stalinismo no acepta la autorregulación; allí se produce sistemáticamente un acorazamiento caracterial en toda la población. Tenía razón en eso de la persecución. Por ejemplo, yo sé que Milbred Brady, la mujer que inició la campaña contra él en 1947, era comunista realmente. Alguien que la conocía y que vive en mi ciudad me dijo que ella era comunista. Yo tengo evidencia; Reich no estaba equivocado.
F.T.: Sí, pero yo quiero decir que eso explica que él se hiciera ilusiones sobre el gobierno de los Estados Unidos. Tenía una cierta idea maniqueísta: los malos son los comunistas, los buenos son los americanos.
E.R.: Yo creo que fue llevado a eso porque fue muy perseguido, conducido contra la pared. El último período de su vida, que yo viví, fue muy malo para él. Comenzó a beber mucho, necesitaba a alguien, lo perseguían. El fue también un Casandra (ser ríe). Yo soy muy religiosa. Me pregunto que hubiera pasado si hubiéramos rezado para protegernos contra la persecución. La creencia en el rezo me vino después de ese período.
F.T.: Pero Reich llegó a creer también: a su hijo Peter le escribió oraciones.
E.R.: En su última época llegó a ser religioso; en eso cambió totalmente. Pero una religiosidad libre de dogmas. No creía en la represión sexual en nombre de Dios.
F.T.: Sí, era una creencia spinozista en un Dios-naturaleza.
E.R.: Sí, ser un cristiano. Pero en ese sentido debe seguir la vida de Reich para entender sus cambios. Cualquiera que haya sido su última convicción, siempre se mostraba muy seguro de ella. ¿Usted conoce el libro de A.S. Neill, Record of a Friendship? La correspondencia...
F.T.: ¿Se refiera a la autobiografía de Neill? Allí el habla de Reich.
E.R.: No, es la correspondencia que ambos mantuvieron. Es muy importante porque muestra que al final de su vida Reich era como sobrehumano, como alguien situado encima de una montaña, y que no mantenía desde hacía mucho tiempo relaciones con personas; se sentía como un águila solitaria. Y eso fue muy malo para él; rompió sus amistades, vivió solo; yo no amo ese período de su vida. Yo hubiera deseado que hubiera sido un ser humano común y corriente, con debilidades, amigos, comunicación...
F.T.: Pensaba que sus discípulos no estaban a su altura, creo ¿No?
E.R.: Yo no lo veo así. El me hizo a mí igualitaria. Yo hablo con todo el mundo con el mismo respeto. ¿Ud. ha visto eso? Esa es mi respuesta a ese largo período de cierta rigidez de mi padre; él desarrolló eso como un mecanismo de defensa. Mi igualitarismo proviene de su período comunista, cuando de niña me llevaba a las manifestaciones políticas. También soy una seguidora de Jesús, para el cual todos somos iguales. Jesús tampoco acentuó excesivamente lo negativo. Vea usted, cuando mi padre desentrañó el asesinato de Cristo, el Judas en cada uno, el hecho de que todos podemos ser asesinos potenciales, como capacidad, en ese momento llegó a un cierto antagonismo frente a los seres humanos y olvidó el amor; llegó a ser violento y eso le llevó muy lejos porque estaba muy sólo al final; recelaba fuertemente de su esposa y su posición era: "yo conozco todo esto y ustedes, pobres seres humanos, están detrás mío". Estaba en lo justo porque conocía muchas cosas, pero su reacción personal fue una soledad increíble. Creo que en esos momentos necesitaba una terapia, expresar sus emociones, golpear una almohada para sacar su rabia, en vez de echarla sobre la gente que estaba con él.
F.T.: Se ha dicho que Reich era algo enérgico, duro, cuando trabajaba en terapia, con pacientes. ¿Cree usted que es cierto?
E.R.: No sé. Yo lo vi trabajando con madres, niños y bebés y debo decir que fue muy bello. Esa parte de su trabajo que presencié y de la cual aprendí, era muy suave.
F.T.: Peter Reich cuenta que, siendo niño, su padre trabaja con él terapéuticamente, le hacía masajes, etc. ¿Con usted hizo lo mismo?
E.R.: Yo tuve una sola sesión con él; fue muy importante para mí, no recuerdo por qué, pero me liberó de un dolor terrible aquí (se levanta para indicar la base de la columna vertebral). Había acabado de tener una pesadilla en donde me clavaban una daga allí, y me había despertado gritando; quizás eso me pasó en otra vida. Me había sometido a una operación en esa época, en mi hospital. Puede haber llegado a ser parapléjica, e incluso morir, pues hubo 11 muertos en el hospital, porque había detergente en la anestesia. Quizás el sueño fue premonitorio. Cuando tuve la sesión con él, ese miedo de muerte apareció y él resolvió el problema.
S.B.: El usaba masajes frecuentemente?
E.R.: No sé. Yo escuché a veces gente que expresaba sus emociones con gritos. Pero, yo no tuve entrenamiento con él en orgonterapia. Yo era una estudiante en medicina, una joven médico, internista y me unía a él en el momento en que había abandonado su período como terapeuta en New York y había iniciado su nueva vida haciendo física orgonómica en Rangeley. Mi interés se deriva de los años 50 en adelante y en esa época aprendí de él bioenergía suave y sus teorías biofísicas. Yo no sé entonces si él era violento en terapia. Lo dudo.
S.B.: Yo conozco mucha gente que trabaja en bioenergética, no sólo en orgonterapia, y que lo hace de manera muy suave. De modo que, según la necesidad, ambos tipos de intervención están involucrados.
E.R.: Alguien me contó que, cuando algo lo afectaba, en la sesión él lloraba también. Se burlaba de los "pellizcadores de músculos", cuando alguien definía su trabajo como siendo eso.
F.T.: Se dice igualmente que la bioenergía desarrollada por Lowen es mucho más violenta que la vegetoterapia reichiana. ¿Es verdad?
E.R.: Sufrí un choque terrible cuando presencié el trabajo de Lowen a través de una persona que lo hacía, Robert Palmer, en New York, uno de sus discípulos; yo fui donde estaba él para una sesión. Había escuchado de gente que había sido casi asesinada, con moretones azules y negros. Yo tuve una de esas sesiones; fue un choque tan duro que me distancié de las terapias violentas. El presionó mis nervios y mi cuello hasta un punto que casi me ahogo. Fue terrible; me di cuenta de que eso no tiene nada que ver con terapia. Eso es lo malo de tomar algo bueno y distorsionarlo. ¿Usted presiona los nervios para producir dolor? (Se dirige a Simón Buvat).
S.B.: Las presiones que se hacen en el cuerpo no tiene el objetivo de producir dolor; son para facilitar la descarga y liberación.
E.R.: El problema no es la liberación, ni el romper la coraza. Es un error intentar romper la coraza. La coraza tiene que derretirse por sí misma, como una vela. La gente desarrolla una coraza como un mecanismo para sobrevivir, la necesita para llevar su vida. Yo no creo que haya que romperla.
S.B.: Naturalmente, no se trata de romper; se puede presionar fuertemente sólo con el permiso del paciente; lo que es correcto.
E.R.: (se dirige a S.B.): No puedo juzgar eso, porque no fui entrenada por él. Fui su aprendiz en el laboratorio, con el rompe-nubes, es decir, en su último período.
F.T.: ¿Cuál ha sido la parte de la obra de Reich que ha sido más desarrollada por sus discípulos? ¿Hay cosas que han sido abandonadas por ellos? ¿Cuál es la situación?
E.R.: Puedo hablar difícilmente de ello pues yo estoy muy sola en mi trabajo y no estoy asociada con los orgonomistas americanos.
S.B.: Yo creo que la parte clínica es la que más ha tenido desarrollo, y por parte de los grupos filo-sociológicos o políticos, la obra de marxismo y psicoanálisis.
E.R.: Claro, sí. Yo estoy esperando que los médicos jóvenes comiencen a trabajar con el acumulador. Personalmente me encuentro en una situación distinta, pues yo he trabajado en medicina durante 10 años con el acumulador. Por eso tengo curiosidad por el trabajo de ellos. En Viena hay ahora un grupo de jóvenes médicos que han comenzado a aplicar el test sanguíneo de Reich y a usar de un modo práctico el acumulador. Eso es lo que estoy esperando, que en medicina psicosomática se use el acumulador como cargador de energía, y el rompedor de energía negativa (DOR-buster) como descargador energético, cuidadosamente. Yo creo que todavía eso no ha comenzado en medicina.
F.T.: Tengo entendido que el estado orgonómico de la atmósfera, hoy, no es el mismo que durante la época de Reich.
E.R.: Es cierto hay varios factores que influyen. En primer lugar, la energía alrededor de la Tierra se encuentra muy contaminada; ya no es tan fresca como en esa época. Vistas a distancia, las montañas ya no se ven azules, sino púrpura o verdes. Hay una capa de smog sobre la tierra. En los edificios existe ahora mucha luz fluorescente, muchas cámaras de televisión, aire acondicionado, ya no hay orgón fresco. Hay que tener, más que nunca, contacto con el aire libre, abrir las ventanas. El doctor Graves lo ha probado; de ahí que el acumulador dé resultados negativos en los hospitales, en las ciudades. Por eso yo vivo en el campo desde hace 30-35 años; yo no quiero vivir en las ciudades; los resultados son negativos, ahora se obtienen temperaturas negativas en el acumulador, en vez de positivas.
F.T.: ¿Pero el acumulador puede acumular energía negativa, DOR?
E.R.: Sí, ese es el problema. Yo le enseño a la gente que el acumulador recoge únicamente la energía del ambiente. Si ésta es mala, hay que cambiar de modo de vida, no hay que tener rayos catódicos, betamax, luz fluorescente, etc. Hay que tener contacto con el aire fresco. Por eso en los hospitales el acumulador no funciona, allí la energía es muy mala.
F.T.: De acuerdo. ¿Pero puede ser peligroso si se utiliza el acumulador en un ambiente energético dañino?
E.R.: No, su uso local es benéfico; para las heridas, etc. Reich aconsejaba a las mujeres embarazadas utilizarlo diariamente, media hora por lo menos. Yo no lo recomiendo, excepto, quizás, si se está muy fatigada, y prevengo sobre las reacciones negativas: náuseas, enfriamiento. En esos casos hay que tomar un baño, una ducha. Las personas que reciben radiaciones, Röntgen, o energía nuclear en medicina, no pueden utilizar el acumulador, se produciría una contra-acción, en dos minutos se sentiría muy mal por el efecto Oranur.
F.T.: Freddy Tellez
E.R.: Eva Reich
S.B.: Simon Buvat

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