sábado, 21 de agosto de 2010

MANIPULACION CLIMATICA

Como si fuera poco, a la posible manipulación de las mentes humanas y las modificaciones en la ionosfera habría que sumarle otros efectos negativos. El creador del calentador ionosférico del proyecto HAARP, Bernard Eastlund, asegura que su invento podria tambien controlar el clima.
Esta afirmación ha llevado a Nick Begich (uno de los autores del libro "Angels don’t play this harp" (Los ángeles no tocan esta arpa) llega a concluir que con HAARP operando al cien por cien se podría crear anomalías climatológicas sobre ambos hemisferios terrestres, siguiendo la teoría de la resonancia tan empleada por el genial Nikola Tesla en sus inventos. Un cambio climatológico en un hemisferio desencadenaría otro cambio en el otro hemisferio.


Una posibilidad que no se debe descartar, sobre todo a tenor de las opiniones de científicos de le Universidad de Stanford, que aseguran que el clima mundial podría ser controlado mediante la transmisión de señales de radio relativamente pequeñas, a los cinturones de Van Allen. Por resonancia, pequeñas señales activadoras pueden controlar energías enormes. La evidencia científica reciente sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras.

¿Cómo se alteraría el clima por medio de este proyecto?
Se ha sugerido en diversos trabajos científicos que los vientos de la alta atmósfera (sobre los 50 km de altura) juegan un papel importante en el chorro, que a su vez controla las estructuras de tiempo en superficie. Otros autores han estudiado el “auroreal electrojet”, y han encontrado que existe una relación muy estrecha con los vientos a 80 km de altura. Por lo tanto los sistemas electrojet–vientos troposféricos están, aparentemente, correlacionados. Uno de los objetivos de HAARP es modular las corrientes del electrojet y así afectar a la intensidad y dirección de los vientos zonales y del chorro. Por otra parte, el poder “calentar” ciertas zonas hostiles del globo podría generar las condiciones meteorológicas para producir sequías.
Esta previsto ampliar el proyecto con instalación de antenas en Groenlandia y Noruega. En algunas islas del Pacífico se supone que se han instalado otras tantas antenas del proyecto HAARP. El proyecto comenzó a probarse entre el 2003 y el 2005.
¿Estaremos viviendo el comienzo de una nueva era de armas geofísicas capaces de modificar el clima a escala local y ser empleadas contra países hostiles?


El proyecto HAARP parte de la idea originaria de Tesla: poder transmitir potentes ondas electromagnéticas que se puedan reflejarse en la ionosfera y así alcanzar grandes distancias.

PROYECTO HAARP

Las siglas HAARP pertenecen a un misterioso proyecto de la Fuerza Aérea norteamericana, High Frequency Advanced Auroral Research Project, que  traducido al casttellano significa Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia. El proyecto se desarrolla instalaciones militares situadas en Gakona, Alaska, el mismo consiste en 180 antenas interconectadas que funcionando en conjunto emiten 1 GW =1.000.000.000 W, es decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia las cuales penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de los elecrojets aureales. (Hay una electricidad flotando sobre la Tierra llamada electrojet aureal, al depositar energía en ella se cambia el medio, cambiando la corriente y generando ondas LF (Low Frecuency) y VLF (Very Low Frecuency). Más allá de los 48 km tenemos la ionosfera que llega hasta los 350 km de altura. Los cinturones de Van Allen se sitúan a distancias superiores y tienden a captar las partículas energéticas que tratan de irrumpir en la tierra desde el espacio exterior. HAARP tiene la intención de acercar el electrojet a la Tierra con el objetivo de aprovecharlo en una gran estación generadora")
Desde ya que este no es el primer proyecto en el que se investiga la ionosfera terrestre en 1962 se realizo el Proyecto Starfish en el cual trataba de realizar experimentos en la ionosfera, alterar las formas y la intensidad de los cinturones de Van Allen, entre otros. En 1968 el proyecto SPS (Solar Power Satellite Project); con este proyecto se quería colocar en orbitas geoestacionarias una cantidad de satélites capaces de interceptar la radiación solar y transmitirla en rayos concentrados de microondas a la Tierra para su uso posterior. En 1978 el proyecto SPS se rehízo (SPS Military Implications) para adaptarlo a fines militares. La red de satélites podría usar y concentrar la radiación solar para ser usada como un rayo capaz de destruir misiles o cualquier objeto hostil, alterar las comunicaciones que utilizarán la ionosfera como pantalla reflectora, etc. Y así una gran cantidad de experimentos cuyo objeto principal era la alteración local de la capa de la alta atmósfera, desde ya que todos ellos fueron publicitados al gran público como proyectos para realizar estudios, comprender, mejorar nuestro conocimiento de la física de la alta atmósfera. Incluso, han aparecido mensajes de la administración donde se hablaba de incrementar el nivel de ozono estratosférico y realizar estudios del impacto del cambio climático en nuestro mundo. Así, HAARP se convirtió en un proyecto militar mas protegido bajo el manto de que es importante para la “Defensa americana
En líneas generales el funcionamiento de HAARP se basa en la emisión artificial de pulsos para estimular la ionosfera creando así ondas que pueden recorrer enormes distancias a través de la atmósfera inferior y que penetran en las profundidades de la tierra para encontrar depósitos de mísiles, túneles subterráneos, o comunicarse con submarinos sumergidos, entre mucha otras aplicaciones como ser enviar haces de radiofrecuencia dentro de la ionosfera, los electrojet afectan al clima global, algunas veces durante una tormenta eléctrica llegan a tocar la Tierra, afectando a las comunicaciones por cables telefónicos y eléctricos, la interrupción de suministros eléctricos e incluso alteraciones en el estado del ser humano. El HAARP actúa como el más potente un gran calentador ionosférico como también la más sofisticada arma geofísica construida por el hombre.

¿Un proyecto con intención de manipular el mundo?
En líneas generales hemos descrito la parte "oficial" del proyecto, pero hay muchos que creen que detrás de HAARP se oculta algo más, como ser, extraños experimentos de modificación del clima, de control de la mente e incluso la posibilidad de producir terremotos. Esta sospecha esta basada en bases científicas ya que con sus cientos de millones de vatios de potencia y antenas se lo considera como un verdadero "calefactor" de la alta atmósfera, con la posibilidad real de provocar una tremenda ionización que puede generar consecuencias imprevisibles, y que por su efecto "espejo" se lo puede dirigir hacia cualquier zona del planeta. Estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, sobre territorio de un supuesto enemigo, y perjudicándolo sin que este se diera cuenta (¿A esto se refería Parravicini cuando hablaba de las armas silenciosas?).
Este proyecto es tan controvertido como peligroso. Sus defensores hablan de un sinfín de ventajas de carácter científico, geofísico y militar, pero sus detractores están convencidos de que esas llamadas ventajas provocar consecuencias catastróficas para el planeta, desde modificaciones en la ionosfera, hasta la manipulación de la mente humana. El científico Nick Begich junto a la periodista Jeanne Manning realizaron una profunda investigación sobre es proyecto que fue volcada en el libro "Angels don’t play this harp" (Los ángeles no tocan esta arpa), en el, ambos autores plantean inquietantes hipótesis, una de ellas es que el funcionamiento de dicho proyecto podría tener peores consecuencias que las pruebas nucleares.
De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, el HAARP es parte de un sistema integrado de armamentos, que tiene consecuencias ecologicas potencialmente devastadoras:
"Se relaciona con cincuenta años de programas intensos y crecientemente destructivos para comprender y controlar la atmósfera superior. Sería precipitado no asociar HAARP con la construcción del laboratorio espacial (Spacelab) que está siendo construido por los Estados Unidos. HAARP es parte integral de una larga historia de investigación y desarrollo espacial de naturaleza militar deliberada. Las implicaciones militares de la combinación de estos proyectos son alarmantes. La capacidad de la combinación HAARP/Spacelab/cohete espacial de producir cantidades muy grandes de energía, comparable a una bomba atómica, en cualquier parte de la tierra por medio de haces de láser y partículas, es aterradora. El proyecto será probablemente "vendido" al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono".
Más allá de la manipulación climática, HAARP tiene una serie de otros usos relacionados:
"HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta intensidad podría también afectar a los cerebros humanos, y no se puede excluir que tenga efectos tectónicos".