martes, 31 de mayo de 2011

MELANINA: ENERGIA GRATIS

BUENAS NOTICIAS PARA LA REVOLUCION ENERGETICA

A partir de mañana empezarán a desaparecer de las góndolas de todo el país las lámparas incandescentes de más de 25 vatios (25 W). La disposición pretende disminuir el consumo de energía. Opciones y dudas sobre las tecnologías de reemplazo.
Aparecieron un día en la góndola prometiendo hacer bajar de peso la boleta de la luz. Nos animamos, probamos y aunque no terminaban de convencernos, el objetivo final se cumplía y no era imposible acostumbrarse. Al menos para la gran mayoría de los consumidores. Entonces, de a poco las lámparas de bajo consumo (fluorescentes compactas, para hablar con propiedad) fueron reemplazando a los focos incandescentes comunes, relevando parte de su función iniciada en 1879.
Pero el telegrama de despido ya está firmado: a partir del 1 de junio quedará prohibido en el país la venta de lámparas incandescentes destinadas a iluminación doméstica con el objetivo de disminuir el consumo energético. Probablemente muchos ni sientan el cambio, pero otros sienten que se avecina la noche: "en estos días mucha gente está comprando de a 30 o más focos para acopiar en sus casas. Hay gente que no se acostumbran a los bajo consumo, sobre todo las personas mayores", afirma Pablo Espeche, vendedor de una casa de iluminación.
Las alternativas que se vienen
Además de las lámparas fluorescentes compactas, otras alternativas para reemplazar al foco común estarán presentes en el mercado, como la lámpara incandescente halógena y las LED, cada una con sus propiedades particulares, pero todas más caras que las incandescentes. "Para la gente de escasos recursos esto va a ser un problema, porque la lámpara común salía $2 y la más barata de las alternativas cuesta $12. Algunos gastarán en comprar dos focos lo que gastan en luz en todo el mes", reflexiona Carlos Kirschbaum, director del Instituto de Investigación en Luz, Ambiente y Visión de la UNT y el Conicet. Además de Kirschbaum, LA GACETA consultó también con Humberto Alonso, ingeniero especializado en Luminotecnia, para profundizar en las cualidades que cada tecnología ofrece y los usos a los que están orientadas. 
La disposición que entra en vigencia mañana no prohíbe la venta de las lámparas de 25 vatios (25 W) o 50 voltios (50 V) ya que, según se consideró, suelen ser bombitas usadas en heladeras, microondas y hornos, y su reemplazo no produciría un ahorro significativo. De todos modos, según algunos especialistas, pasarán al menos dos años para que en las casas se apague la última lamparita.
 Nichos de ahorro
"De todo el petróleo que se consume en el mundo para generar electricidad, el 30% se usa en iluminación y, de ese 30%, el 10% a iluminación domiciliaria. Todos los esfuerzos para ahorrar energía son buenos, pero hay nichos de ahorro mucho mayores, como el sector de edificios y oficinas públicas, donde hay un consumo excesivo. Con tecnologías eso se puede superar", explica Humberto Alonso.
Reproducción del color
Las lámparas de bajo consumo suelen distorsionar los colores. El índice de reproducción del color (IRC), es un dato a considerar y muestra la capacidad de la lámpara para reproducir colores naturales. Se mide en una escala del 0 al 100; cuánto más cerca del 100 (valor de la luz natural), mejor  calidad. Por debajo de 50, se considera de calidad mediana.
Hasta agotar stock
La Ley 26.473 fue sancionada en diciembre de 2008 y prohibió a partir del 31 de diciembre de 2010 la importación y comercialización de lámparas incandescentes de uso residencial. Sin embargo, mediante decreto se extendió la posibilidad de venta hasta el 31 de mayo de este año, con el objetivo de que los comercios puedan liquidar su stock de estas lámparas.
El 90% de la energía liberada por las lámparas incandescentes comunes es calor; sólo al 10% de la energía la aprovecha para generar luz.
El 80% de la energía eléctrica que se produce en Argentina depende de combustibles fósiles no renovables (petróleo y gas). Es lo que se quiere reducir.
Hasta 4.200 gigavatios hora se ahorraría con la nueva medida, el doble de la energía que produce anualmente la central nuclear Atucha I, según Greenpeace.

lagaceta.com.ar